SIGUE LA PASTA!! Cuando –con asombro- observo un gran revuelo y no logro entender el porqué aplico este viejo principio de investigación. Cocretamente me asombra la polémica desatada con el supuesto cierre de la central nuclear de Garoña, y me asombra especialmente porque lo nuclear es algo que solía estar agazapado en las sombras y sin hacer ruido. Pero últimamente hay una gran campaña de publicidad a favor de lo nuclear, se vende como una energía inagotable, ecológica y bendecida por la ciencia –la gran religión de nuestra época- y no puedo evitar preguntarme ¿por qué tanto ruido? Y obviamente… es por la pasta.
Me explico: cuando compramos cualquier cosa el precio que fija la empresa se puede descomponer en: Margen de beneficio, parte destinada a cubrir costes del ejercicio, parte destinada a cubrir amortizaciones. Esta última parte es la clave en este negocio. Imaginemos que queremos montar nosotros una central nuclear, la inversión será bestial –por la seguridad que se nos exigirá, por la tecnología, por el tamaño de la estructura, etc etc- por lo primero será asegurarnos un periodo mínimo y que nos garanticen un precio mínimo de compra que haga viable nuestra central. El periodo de funcionamiento será de 40 o 50 años, para que el coste de nuestra inversión se pueda distribuir en muchas pequeñas unidades y el consumidor final no lo note y no se revele a los gobiernos que pasen por allí en esos años.
Ahora ya han pasado nuestro tiempo útil y ya hemos amortizado toda nuestra inversión, AHORA TODO EL PRECIO SERÁ BENEFICIO PURO, vamos a permitir que nos la cierren??!! Pues eso han pensado los dueños de Garoña, si antes por cada megavatio (o como se mida) ganaban el 10% de lo fijado –el resto era para cubrir gastos distribuidos a largo plazo- ahora van a ver como aumentan sus ingresos en el 90% restante!!!
Posible Solución: ajustar el precio a las nuevas circunstancias, es decir eliminar la parte que correspondería a los gastos de amortización, así alomejor los consumidores veríamos una rebaja en el recibo –es broma no soy tan iluso- y seguro que no habría tanto estimulo a mantener una campaña –costosísima- de publicidad sobre lo nuclear. En tanto que el problema de los puestos de trabajo… a las renovables se les obliga a crear unos puestos de trabajo no vinculados a la energía y sin los cuales no se les concede el permiso. Para la renovación de Garoña, además de las correspondientes infraestructuras de mejora, se les debería obligar a crear unos puestos indirectos en la región, que sobrevivan al cierre de la central. Pero tranquilos, se renovará y seguro que no sale a la luz el precio por megavatio ni las nuevas condiciones (que serán las mismas o mas ventajosas) a la compañía no le interesa y nadie –solo 42.000.000 de consumidores- saldría beneficiado con la transparencia en la información.
(por cierto me gustaria saber quien corre con los gastos de gestión y seguridad de los residuos nucleares, dado que duran cientos de miles de años, que nos afectan a todos y son una delicia para los terroristas podian deducirse esos gastos de sus cuentas de resultados)