martes, 23 de julio de 2019

¿En cuánto vendiste tu libertad?, ¿cuál fue el justo pago por tu esclavitud?.

Tu ¿en cuánto vendiste tu libertad?, ¿cuál  fue el justo pago por tu esclavitud?.

Muchos cuando pensamos en esclavos pensamos en aquellos seres humanos a los que se les obligan a trabajar en algún desempeño duro, ingrato, o que ellos no eligieron y a veces por el único pago de seguir vivos.

Pero ese es solo un tipo de esclavitud, hay otros tipos más sutiles, otros que aceptamos a cambio de un pago "mayor" que solo seguir vivos, a veces ese pago puede consistir en un coche o moto, en una casa, en un viaje, en pertenecer a un grupo social, tener algún tipo de reconocimiento (social, económico...).

Hipotecamos, cuando no vendemos nuestra libertad para convertirnos es esclavos de la sociedad del primer mundo, en esclavos ricos. 

Pasamos a tener una multitud de cosas que en el mejor de los casos nos otorgan un momentito de placer o satisfacción, que enmascara nuestra falta de felicidad y de libertad real.

Desde la más tierna infancia nuestro entorno comienza a esclavizarnos, a quitarnos libertad, unas veces por una educación mejor (estudios y actividades extras...) otras por nuestra propia seguridad (no nos vayamos a hacer o nos hagan daño) aunque esta excusa  se ha extendido a todas las edades.
Luego obtén una titulación y/o un trabajo, ten relaciones sociales, forma una pareja, adquiere bienes (de todo tipo, desde los sencillos hasta los más caros) y desde luego NUNCA, NUNCA te conformes con lo que tengas, sea esto lo que sea, ¡tengas lo que tengas nunca será suficiente!, porque si eres un conformista te conviertes en un fracasado social, ¿y qué puede ser peor que un fracasado social?, ¡un inadaptado!.

Ahora tú puede decir: "yo no sigo las normas , yo soy alternativ@, yo...". Quizás lo que quieras expresar es que has vendido tu libertad a otro dueño, o puede que no, en ese caso enhorabuena, conozco pocos como tú, cuéntanos tu método , comparte como lo has logrado.

Hay quien no se vendió al consumismo, pero su esclavitud fue la espiritualidad, cambio el comprar y almacenar diversas "cosas" por perseguir una iluminación, una trascendencia, un conocimiento,... que les hace distanciarse o ignorar por completo la realidad que les rodea. 

Si te sientes bien  contigo mism@, con lo que te rodea, con tu situación, la mayoría del tiempo ¡enhorabuena de nuevo! eres una persona LIBRE. Si por el contrario te descubres con frecuencia quejándote de tus circunstancias (trabajo, familia, amigos, economía...) entonces eres un ESCLAVO más, que no es un problema en sí mismo siempre y cuando la balanza de los momentos buenos y malos se incline hacia los buenos o al menos esté en equilibrio. Porque si no es así, y tienes la posibilidad de cambiar algo, ¡inténtalo!.

Si no hay aceptación de una determinada circunstancia existencial o de la existencia en su globalidad,  entonces debería haber una acción de cambio, de no ser así tu experiencia vital no será muy reconfortante.

"Un poco más y/o un poco mejor",la inconformidad, el deseo de mejorar...
Unas palabras que podrían resumir un ejemplo del yin y el yang... la totalidad...  
son un estímulo para mejorar, el acicate de la evolución o son la tortura del ser humano y el freno para la felicidad...

¿Se podría vivir sin ellas de la forma que lo hacemos ahora? y de ser así ¿esa existencia sería mejor o peor?, ¿conseguiríamos los mismos logros?,¿seríamos igual de felices?.

Quizás todo dependa de donde partas, de nuestra situación de inicio, si partes de nada, o muy poco, o de una situación calificada como "negativa" parece casi imprescindible plantearse esas cuestiones para poder estar "mejor", pero a veces personas que prácticamente no tienen nada o están en lo que se considera "mala situación" viven más felices que otras que tienen lo que se considera "mucho mejor situación". Entonces aparece la frase clásica "no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita" que yo trasformaría en "no es más feliz el que más tiene sino el que sabe valorar y adaptarse a lo que tiene".

Llámame loco... y seguro acertarás.



¿Tú que opinas?