ESTOY TAN SEGURO DE MIS DUDAS QUE NO NECESITO QUE SE CONFIRMEN, pero creo que soy una especie en extinción. Cada vez veo con asombro que crece –y hasta rebosa- el fanatismo. No solo el fanatismo político o religioso sino la negación de la duda, el mero hecho de admitir que puedes estar equivocado y el proceso activo que lleva a la duda se sustituye por engullir conceptos simples e inmediatos, que según su dueño son evidentes y no necesitan demostración –por lo que no oses discutírselos-. La mayoría de las veces estos conceptos son heredados –caso de política, religión o fútbol- y ni siquiera surgieron de la mente del sujeto, con lo cual renunciar a ellos supondría admitir que ha vivido equivocado, por ello nunca admitirá la posibilidad de error, como mucho te hablará mas alto.
Otras veces el fanatismo deriva del entorno, los medios de comunicación que defienden sus intereses particulares en el campo de batalla de la opinión publica; si en lugar de “opinión publica” consigues fanatismo publico conseguirán sus intereses de forma mucho mas eficiente, y nunca faltan soldados dispuestos a defender intereses de otros siempre que sea contra su enemigo. Si le sumamos la dificultad de estar informado, que requiere el proceso activo….etc etc resulta mucho mas facil de mantener una posición sumisa y que te digan que tienes que pensar y que argumentos debes usar, antes que mantener una posición critica sin objetivos a la vista ni rival al que recriminarle. Asi las cosas creo que cuando vea una certeza la abrazaré y no la soltaré hasta que mis dudas me ofrezcan algo mejor.
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