martes, 1 de mayo de 2012

la trampa de la araña


 Primera parte
Cayó el muro de Berlín, y con él el status quo; el viejo sistema se muere y hay que darse prisa para sacar tajada y vender las joyas de la abuela. Se reduce el “Estado” soviético; miles de funcionarios, policías, militares van a la calle. El escenario perfecto para la corrupción surge,  quien tenía contactos a alto nivel (y suficiente nivel de violencia para imponerse) desmantela el estado en favor propio. Surge “la trampa de la araña” es decir: obligas al proveedor a venderte a ti a precio más barato que el mercado (muchos productos estaban subvencionados) y tú lo vendes al mercado. Esa diferencia de precio hace que tú te forres y la empresa proveedora se arruine, pero es del estado ¿a quién le importa?
            ¿No os suena? Siguen insistiendo con la crisis y en parte sí, es financiera, pero en parte es saqueo.
Es financiera en cuanto a que se ha contado –y gastado- con el dinero del período y el dinero del futuro; nos hipotecamos con precios escandalosos, las empresas creían en el crédito barato para siempre etc. Y ahora tenemos que equilibrar ese dinero futuro gastado, pagar unos prestamos y pagar el sobreprecio (alguien debe perder por pagar por encima del valor, y ese alguien es… si hijo, si)
            Y el saqueo llega cuando se aprovecha el miedo para que cuele todo. Se recorta todo: se elimina personal, pero no se dice que se aprovecha para colocar a dedo a “asesores” que juntos suponen una carga para el presupuesto (en algunos ayuntamientos los “asesores” cuentan con sueldos x6 o x18 respecto al funcionario medio, con lo que 30 asesores lastran tanto como mil funcionarios) y para la eficiencia que defienden los neoliberales, pues su mayor merito es conocer a quien “necesita” un asesor.
*(Realmente me gustaría conocer una comparativa de cuantos asesores a dedo hay en cada ayuntamiento, el coste en % respecto a los funcionarios y la evolución de los últimos 10 años a nivel estatal)
Pero el gran pastel está en la trampa de la araña; hacer que el estado sea ineficiente o desviar los contratos hacia lo privado. La sanidad se desmantela y un servicio de análisis de sangre que antes existía en la inmensa mayoría de los hospitales ahora se “aligera” el presupuesto –se subcontrata- en estructuras, pero si antes el coste era “P” ahora es un precio de mercado 2x”P”. Si antes se compraban maquinas –un pago, con salida de dinero claro- ahora la inversión la hace una compañía privada (se ahorra la administración el desembolso, el pago), pero se paga a precio mucho mayor. No existe el largo plazo, ni las sinergias, ni el uso múltiple.
Todo se subcontrata y pagamos más, pero gota a gota y no se requieren grandes inversiones. Depende de nosotros si queremos ver las inversiones como gastos, y percibirlo como un desperdicio público; o el desperdicio es la multiplicación de esos pequeños sobrecostes. Es cuestión de ver –y sumar- si las empresas privadas existirían si asumen las mismas inversiones que haría la administración y cobra menos. Una cosa es la teoría de que las empresas son mas eficientes y otra que hagan milagros económicos.

Parte segunda
            Esta necesidad de aligerar las estructuras de la administración tratan de justificarlos por la urgencia de los recortes necesarios.  ¿Son necesarios esos recortes?
            Se nos dice que es para contener el coste de la financiación –la prima de riesgo- y necesitamos esa financiación porque hemos pedido un préstamo para salir de donde estamos. Pero -lamentablemente- parece que no funciona. ¿Por qué si cada vez somos más austeros los mercados no se fían de nosotros? Pues porque los mercados quieren solvencia y el problema no es la deuda, es el sistema.
            Otros países tienen muuuucha mas deuda (reino unido, EEUU…) pero el resto de la economía es solvente, está diversificada, tiene futuro en resumen.
            Nosotros NO nos hemos basado en crear productos y venderlos/ exportar (Alemania, Francia), NO en tener recursos naturales/necesarios (petróleo, gas), No tenemos una fortaleza de pequeñas empresas ni estamos diversificados sino que tenemos una mesa con tres patas: atraer(1) turismo –atraer dinero del exterior- y en parte en que la construcción atrajese parte de ese ahorro de extranjeros; El (2)consumo interno representa casi el 50% de todo el PIB de España (frente a % mucho menores en países que exportan; mirar el país que queráis en wikipedia); y en (3)contrabando de trabajo, éramos lideres en cualquier trabajo que necesite mucha mano de obra barata -a base de inmigrantes o españoles en negro- y ahí están la construcción; agricultura en Almería y los chiringuitos de la playa, todo lo que los países desean reemplazar por trabajos de calidad nosotros lo suplíamos, principalmente porque teníamos acceso a inmigrantes (independientemente de lo que cada uno piense, fuente de riqueza a nivel nacional y bolsillos particulares).
            Ahora todos los países tienen menos dinero, y vienen menos turistas y mas baratos; Desapareció la construcción y necesitaremos muuucho tiempo para adaptar el mercado de trabajo a nuevas habilidades (no todo es cuestión de precio; existen las capacidades que se olvidan en las leyes de despido barato) y  necesitaremos trabajo para que el consumo consuma y cree mercado. A esto habría que unirle los desequilibrios demográficos –foco de desequilibrios en pensiones y gasto social futuro- y otra serie de pequeños problemas que ha perro flaco…  Ese es el problema de fondo, la prima de riesgo no baja porque los mercados no ven una salida fácil a esta reestructuración social de España. Ven un futuro difícil y por lo tanto no hay solvencia.
            Y ahora, por fin, llego a mi propuesta revoltosa.
Hasta donde yo sé el dinero o lo utilizas en el momento actual (consumes o inviertes) o lo guardas para el momento futuro (ahorras). Si se recorta en los gastos que cubre el estado la gente percibe que hay una serie de derechos/recursos que ahora él debe cubrirse por sí mismo, con lo que ahorrará –si ahorra no consume en el momento actual- y ese retraimiento del consumo implica destrucción de la demanda y destrucción de puestos de trabajo. La conclusión es fácil: los recortes no funcionan.
Existe la llamada Ley de Okun que vincula empíricamente –en todas las economías del mundo, no solo para España, es universal- el crecimiento del PIB con el empleo/desempleo. En el caso español se necesitaba un crecimiento cercano al 2,2% para que se generase empleo, es decir que por debajo de 2% se destruye empleo. Nuestro objetivo debería ser conseguir que la economía crezca y como he dicho los recortes en servicios públicos solo crean inseguridad y nuevos desequilibrios –vía nuevos parados-.
El máximo exponente de nuestra crisis particular ha sido el tema de la vivienda. Era la principal fuente de encauzar nuestro ahorro –y deudas, claro- incluso supuso un cambio social, donde antes trabajaba un cónyuge y era suficiente, con los años ha sido casi indispensable sumar dos rentas para este pozo sin fondo –por los precios inflados recordemos- que era conseguir una vivienda.
 Actualmente son los bancos los principales aparcamientos de vivienda; si elaborásemos una ley que grave con impuestos -penalice- el tener las viviendas paradas –de forma algo más que proporcional, que paguen más (por cada vivienda) si tienen 40 que 30, y mucho mas (por cada vivienda) si han pasado 36 meses que 20- estaremos creando un incentivo potente para que los precios de la vivienda caigan (que el precio se acerque a su valor real) y ese ahorro para los españoles se verá traducido en consumo (lo que no se ahorra se consume/invierte) y a su vez generará empleos, y crecimiento para España. *(los empleos no los generan los empresarios sino la demanda, los empresarios son intermediarios entre oferta y demanda).
Igualmente sucedería con el coste de la energía –un 20% en el coste final de cualquier producto- si consiguiéramos que la energía fuese más barata crearíamos ahorro (principalmente para la industria, que necesita ayudas para competir con Alemania, Francia, Italia…) que se traduciría en eficiencia económica.
Todo lo que sean excesos en precios nos perjudican a todos, pero lo acabamos pagando unos pocos… pero para pagarlo tenemos que pedir prestao!!
**perdón si hoy me he extendido demasiado.